El Centenariazo: cuando el Deportivo de La Coruña silenció el Bernabéu y arruinó el centenario del Real Madrid
El 6 de marzo de 2002, el Deportivo de La Coruña conquistó la Copa del Rey en el Santiago Bernabéu tras derrotar al Real Madrid en su propio centenario. Aquella noche nació el mito del “Centenariazo”, una de las mayores sorpresas del fútbol español moderno.
Una final con guion de fiesta blanca
El contexto lo tenía todo para un desenlace feliz en Chamartín. El Real Madrid celebraba su centenario, el de la Copa del Rey, y lo hacía en su estadio, el Santiago Bernabéu, rodeado de su afición y de sus grandes estrellas: Zidane, Raúl, Figo, Roberto Carlos, Hierro o Makelele.
Frente a ellos, el Deportivo de La Coruña de Javier Irureta, un equipo sólido, competitivo y con futbolistas de talento silencioso: Molina; Scaloni, César, Naybet, Romero; Mauro Silva, Sergio; Víctor, Valerón, Fran; y Tristán.
A priori, la historia estaba escrita. Pero el fútbol, una vez más, se encargó de romper el libreto.
Gol de Sergio y golpe de realidad
El partido apenas había comenzado cuando el Deportivo cambió el rumbo de la historia. A los cinco minutos, Sergio González superó a Hierro, sorteó a Míchel Salgado y batió a César Sánchez con un disparo raso entre las piernas.
El Bernabéu, preparado para el festejo, quedó mudo.
El equipo gallego, ordenado y valiente, controló el juego con un Mauro Silva imperial en la recuperación y un Valerón inspirado en la creación. El Real Madrid, desconcertado, no encontraba respuesta ante la intensidad y precisión coruñesa.
Tristán amplía la leyenda
A siete minutos del descanso, el Deportivo asestó el segundo golpe. Valerón filtró un pase medido que Diego Tristán transformó en el 0-2 con una definición certera.
El silencio en el Bernabéu era ya absoluto. Lo que debía ser una noche de homenaje se transformaba en pesadilla para los blancos.
Raúl reacciona, pero el Dépor resiste
En la segunda parte, Raúl González reavivó la esperanza con un gol tras asistencia de Morientes en el minuto 58. Sin embargo, el Deportivo mantuvo el temple.
Los cambios de Del Bosque —Solari, Guti y McManaman— no alteraron el destino. El marcador no se movió más y, al final del encuentro, los jugadores gallegos levantaron la Copa del Rey bajo la incredulidad de la afición madridista.
El nacimiento de un mito
La prensa no tardó en bautizar el suceso como “El Centenariazo”, en referencia al histórico “Maracanazo” de 1950.
Aquel 6 de marzo de 2002, el Deportivo de La Coruña inscribió su nombre en la historia del fútbol español al conquistar su segunda Copa del Rey, en el mismo estadio donde había ganado la primera, en 1995.
El triunfo simbolizó el espíritu de un equipo que desafió la lógica, el poder y la presión, recordando que el fútbol se escribe con gestas imposibles.